INJUSTICIA ECONÓMICA Y AGITACIÓN SOCIAL: ¿ES EL COMPARTIR LA RESPUESTA?

Una entrevista de Share of the Air con Benjamin Creme por Monte Leach

Monte Leach: En el mundo hay alrededor de 1.000 millones de personas viviendo en la pobreza absoluta. En el mundo desarrollado, la recesión económica es generalizada. ¿Qué estamos haciendo mal?
Benjamin Creme: El mayor problema es que hemos llegado al final de nuestra civilización. Estamos presenciando el colapso de la civilización que ha existido en los últimos 2.000 años y los comienzos del proceso de creación de una nueva civilización. Esta es la razón por la cual Maitreya está en el mundo, para educar, inspirar y guiarnos en la creación de estructuras correctas — políticas, económicas y sociales, que nos permitirán avanzar en nuestra evolución, con las premisas adecuadas.
Actualmente vemos una superdivisión del mundo, la separación en dos grupos principales, el mundo desarrollado y el que está en vías de desarrollo. El mundo desarrollado usurpa y derrocha tres cuartas partes de los alimentos disponibles y el 83 por ciento de los recursos mundiales. El Tercer Mundo, como así se le llama, tiene que contentarse con el resto. Como resultado, en este momento hay 38 millones de personas muriéndose de hambre en un mundo donde hay enormes excedentes de alimentos, un 10 por ciento de excedente per cápita, así que no es necesario que nadie pase hambre.
Necesitamos revaluar qué y quiénes somos en nuestra relación con los demás. Según Maitreya el primer paso a dar para resolver estos problemas es vernos a nosotros mismos como uno, como hermanos y hermanas de una sola humanidad. Tenemos que adquirir un sentido de globalidad, pensar que somos un mismo pueblo, un mismo grupo — y que por consiguiente los alimentos, los recursos, la energía, la tecnología científica y las facilidades educativas del mundo pertenecen a todos. Estos recursos existen para que todas las personas puedan desarrollarse correctamente, y conforme al plan subyacente de nuestro proceso evolutivo. Como resultado, debemos compartir más equitativamente dichos recursos. Según dice Maitreya, compartiendo crearemos justicia en el mundo, y creando justicia, y sólo así, habrá paz. El ha venido a mostrarnos cómo tener paz. Si no aceptamos el proceso hacia la paz, no habrá mundo, porque podemos destruir toda forma de vida en este planeta muchas veces. Tenemos el arsenal nuclear para hacer esto.

ML: A su modo de ver, la mayor amenaza a la seguridad internacional no son las armas nucleares per se, sino la tensión que proviene de la situación económica.
BC: Según Maitreya, lo que El llama las maquinarias de la guerra han sido apagadas. La guerra fría ha finalizado. Ya nadie cree que Estados Unidos y Rusia vayan a destruirse mutuamente en un holocausto nuclear. Pero la energía que ha hecho despegar a los aviones y mandar tanques y tropas a los campos de batalla no desaparece sin más. Es una fuerza destructiva que ha estado dando vueltas al mundo buscando un nuevo hogar. Según El, ha encontrado ‘una nueva matriz’. Esa nueva matriz es la comercialización basada en las fuerzas del mercado, que tienen su origen en la codicia humana. Maitreya llama a las fuerzas de mercado las fuerzas del mal, porque la desigualdad forma parte de su misma estructura. Ayuda a unos pocos a alcanzar un nivel de vida mejor, pero a costa de millones que sufren un nivel más bajo. La comercialización está dominando a todas las naciones del mundo cuando el concepto de fuerzas del mercado empieza incluso a dominar al antiguo bloque comunista. Nos encontramos con una situación en la cual la tensión es tan grande que en ella se encuentran las semillas de una tercera guerra mundial, y esta guerra destruiría toda forma de vida.

ML: Mucha gente argumentaría que las fuerzas del mercado son la salvación de la humanidad. Muchas naciones están encaminadas hacia esta dirección, tanto en el mundo desarrollados como en el en vías de desarrollo. Ellos dicen: «Esta la solución a sus problemas. El sistema comunista ha fallado. ¿Qué otra alternativa tenemos?»
BC: El sistema comunista no ha fallado. Nunca fue ensayado. Nunca hemos visto el comunismo en el llamado bloque comunista. Lo que hemos visto ha sido una especie de capitalismo de estado. Lo que vemos ahora es el colapso del sistema político totalitario — que no es lo mismo que comunismo — y también la transformación gradual del capitalismo. Maitreya dice que el símbolo de la nueva situación económica, que no será ni capitalismo ni comunismo, se ve en la unificación de la Alemania del Este comunista y la Alemania del Oeste capitalista. La reunificación alemana nos da la posibilidad de crear lo que El denomina una democracia social o un socialismo democrático — algo que no será ni capitalismo clásico ni comunismo. El dice que finalmente esta será la norma en Europa y en todo el mundo.

ML: ¿Cuál es la relación de esto con lo que Usted decía anteriormente sobre compartir ?
BC: La nueva situación económica no puede ser creada sin compartir los recursos. Tenemos en el mundo suficientes alimentos y recursos naturales para satisfacer las necesidades de todos los pueblos. Sin embargo, las naciones más importantes — como Estados Unidos, los países de la Europa Occidental, Japón y uno o dos más — dominan completamente el escenario mundial, usurpando y malgastando la mayor parte de estos recursos. Así que no queda suficiente para otros a un precio que puedan pagar. El Tercer Mundo queda así bloqueado, y por eso hay 38 millones de personas muriéndose de hambre allí.
Si tuviéramos una sequía en California, Florida, Francia o Gran Bretaña, no tendríamos problemas en comprar alimentos cultivados en otra parte. La razón por la cual millones de personas mueren no es la sequía, sino porque no tienen el dinero suficiente para reponer lo que se perdió en la sequía. Si se tiene un sistema económico que no está basado en la competitividad, la codicia y autoservicio, que de eso se trata cuando se habla de las fuerzas del mercado, entonces la situación actual puede ser corregida.
Según Maitreya, todo gobierno que sigue ciegamente a las fuerzas del mercado está conduciendo a su nación hacia la destrucción. El dice que la actual civilización está literalmente casi agotada. Está deteniéndose. Lo que presenciamos actualmente no es una simple recesión o disminución de la producción, sino la agonía final de la actual civilización porque está basada en premisas equivocadas.
Las fuerzas del mercado suponen que todos parten del mismo punto. Pero no todos parten del mismo punto. No hay dos naciones que partan de la misma base. Y dentro de estas naciones tampoco hay dos personas que partan del mismo punto. Hay discrepancias increíbles en los niveles de vida. ¿Cuánta gente se imagina que el mundo puede continuar indefinidamente en esta horrible situación? ¿Por cuánto tiempo más los pueblos del Tercer Mundo tolerarán este estado de las cosas? La respuesta es compartir, compartir los recursos.

ML: En otras palabras, el sistema actual se derrumbará.
BC: Según Maitreya estamos presenciando su colapso. El dice que esto es inevitable, y que habrá un colapso de la bolsa mundial que empezará en Japón. Maitreya dijo esto en 1988, y desde entonces las cotizaciones en el mercado de valores de Japón han bajado en casi un 60 por ciento. Maitreya dice que es una burbuja que inevitablemente explotará. La forma en que lo haga depende de nosotros, pero debe explotar para soltar toda la corrupción y desigualdad que impiden, como El diría, la manifestación de la naturaleza espiritual interior de la humanidad. Estamos despilfarrando los recursos de incontables millones de seres humanos del mundo, condenándolos a una pobreza y degradación forzadas, y a la miseria de la desnutrición y la muerte por hambre.

ML: Usted está diciendo que un colapso es literalmente necesario para que los cambios recomendados por Usted sucedan, y que menos de eso sería insuficiente. Quizás podamos ver el error de nuestras formas de actuar.
BC: Mucha gente reconoce el error de nuestras formas de actuar. Yo no soy el único en señalar dichos errores. Pero los gobiernos y la gente que los mantiene en el poder – con enormes intereses creados en todo el mundo y en todos los sectores, la simple codicia y los mecanismos de autoprotección de la humanidad — impiden que estos cambios necesarios sucedan. Casi todo el mundo admitiría que estos cambios serían útiles, pero quizás poco prácticos para ser implementados.
Maitreya dice que si no suceden nos vamos a autodestruir. El dice que se precisa el colapso de nuestro sistema económico, tal y como lo hemos conocido, para comprender la realidad, para darnos cuenta que no podemos seguir indefinidamente en una situación mundial en la cual, un tercio de las población utiliza tres cuartas partes de los alimentos y 83% de los demás recursos naturales del planeta. El crimen, la drogadicción y el malestar social en el mundo desarrollado, son resultado directo de esta falta de equilibrio en el uso de los recursos mundiales. Incluso la actual distorsión del bien conocido clima mundial es el resultado directo de este desequilibrio creado por la falta de armonía en las formas de pensar de los seres humanos.

ML: ¿Cuándo cree Usted que ocurrirá este colapso?
BC: Maitreya ha dicho que ocurrirá muy pronto. Obviamente, vemos lo que está ocurriendo en Japón. En 1989 el índice de la bolsa de valores de Japón estaba entre 38.000 y 39.000. Actualmente está alrededor de 16.000. Subirá un poco y luego bajará mucho, y entonces volverá a subir un poco y volverá a bajar, pero seguirá bajando hasta que ni el gobierno de Japón podrá mantener a los financieros en jaque. Comenzarán a arrojarse por las ventanas de pisos elevados, tal y como lo haríamos nosotros aquí si estuviéramos en la misma situación.

ML: ¿Qué sucederá después?
BC: Maitreya dice que cuando esto suceda, las prioridades de todos los gobiernos cambiarán. El dice que la primera prioridad de todos los gobiernos será garantizar a toda la gente una alimentación suficiente y adecuada: es la primera necesidad; segundo, será proveer de cobijo adecuado a toda la gente; tercero, la provisión de atención sanitaria adecuada, y cuatro, facilidades educativas para todas las personas. No es pedir demasiado, son las cuatro necesidades básicas: alimentos suficientes, cobijo, asistencia sanitaria y educación. Sin embargo, no hay ningún país en el mundo — ni siquiera Estados Unidos, el país militarmente más poderoso, y una vez el país más rico del mundo — ni en ningún lugar donde se reconozcan estas necesidades como derechos humanos universales. El dice que cuando se reconozcan como tales, estos van a transformar el mundo.
La humanidad está pasando por una gran crisis espiritual, según Maitreya. Es una crisis de identidad, descubrir quiénes somos como seres espirituales. Como almas somos uno. No existe tal cosa como una alma separada. En el plano físico aparentamos estar separados, pero en realidad somos uno. Por esta razón, sólo podremos avanzar en nuestra evolución creando relaciones humanas correctas. Ese es el próximo ideal espiritual que tiene que lograr la humanidad.
El primer paso es compartir los recursos mundiales, porque si no lo hacemos nos autodestruiremos. Es así de sencillo. Tenemos libre albedrío. Maitreya no va a interferir para asegurar que no nos autodestruyamos. Nos presentará las siguientes alternativas: seguir como nos encontramos hoy, con las viejas formas codiciosas, egoístas y competitivas del pasado, y por lo tanto destruirnos, o aceptar que somos uno, aceptar el principio de compartir; implementarlo, crear justicia en el mundo, y por lo tanto paz, y comenzar a construir bajo Su inspiración la civilización más brillante y maravillosa que el mundo haya conocido jamás.

ML: ¿Cómo sucederá exactamente? ¿Los cambios se producirán nacionalmente? Por ejemplo, en Estados Unidos ¿diremos : «Es necesario cambiar nuestras prioridades»? ¿O sucederá internacionalmente a través de las Naciones Unidas o de otra forma?
BC: Yo diría que será una combinación de las dos posibilidades. La ONU llegará a ser la principal cámara mundial de debates. Todos los problemas mundiales serán debatidos allí y se tomarán las resoluciones que implementarán el nuevo sistema. Una agencia internacional de la ONU completamente nueva, será fundada específicamente para controlar el proceso de compartir los recursos mundiales.
Pero insisto en que tenemos libre albedrío y que nada nos será impuesto. Cuando la humanidad a través de su libre albedrío decida aceptar el principio de compartir, y le pida a Maitreya y su grupo de Maestros (de los cuales ya hay 14 físicamente en el mundo), consejos sobre la forma de organizar en forma práctica el compartir, nos encontraremos con un plan ya elaborado.
Hay un grupo de iniciados elevados que junto con los Maestros, han elaborado durante muchos años una serie de planes interrelacionados, para resolver los problemas de redistribución que son ahora el centro de los problemas económicos. La redistribución será causada por un cambio de conciencia. La humanidad se acerca a un punto en que experimentará un gran cambio en la conciencia, por el cual se reconocerá a sí misma en forma completamente nueva en relación a sus semejantes, a la naturaleza, al cosmos y también en relación a lo que generalmente designamos Dios. Maitreya dice que todo, y cada cosa particular que existe en el cosmos, está interconectado. No existe discontinuidad en ninguna parte. Lo que nos hacemos unos a otros se lo hacemos a la naturaleza. Lo que le hacemos a la naturaleza, nos lo hacemos a nosotros mismos, como a Dios, porque somos reflejos, puntos de conciencia de la conciencia total que llamamos Dios.
En todo el cosmos este proceso actúa cíclicamente; cada pensamiento y cada acción pone en movimiento una nueva causa. Los efectos de tales causas modelan nuestras vidas. Para dar un ejemplo, si realizamos una explosión nuclear subterránea, con seguridad en otro momento y lugar causaremos un terremoto. Todo efecto procede de una causa.
Maitreya insistirá — y hemos tenido miles de años para comprenderlo — en que todo en la vida obedece a la Ley de Causa y Efecto. No podemos continuar creando condiciones equivocadas y esperar que no haya efectos. Si creamos condiciones de desequilibrio en una nación, inevitablemente habrá criminalidad. Simplemente reforzar la policía o el ejército no resolverá el problema. Hay que combatir las causas de la criminalidad que son la desigualdad y el desequilibrio. Todo el proceso evolutivo avanza hacia la unidad, la fusión y la síntesis. Las fuerzas del mercado, que están basadas en la división, la separación y la competencia, actúan contra el proceso evolutivo, y por esa razón, Maitreya las denomina fuerzas del mal. Tienen su función y lugar, pero muy limitados. Si se siguen en forma ciega conducen inevitablemene a la destrucción.

ML: Maitreya, ¿va a dar consejos abiertamente a la humanidad? Por el momento creo que es razonable decir que sólo muy poca gente sabe de Su presencia en el mundo.
BC: Maitreya va a dar sus consejos abiertamente. Se presentará como el Instructor del Mundo para todos los grupos, tanto religiosos como no religiosos, de igual forma. Será considerado por todos los grupos religiosos como su propio Instructor esperado, el Cristo para los cristianos, Maitreya Buda para los budistas, el Mesías para los judíos y los musulmanes, Krishna para los hindúes — pero en realidad El es un instructor, un educador para toda la humanidad. Nos enseñará, para que lleguemos a desarrollarnos como los seres espirituales que realmente somos, y para ello, cómo crear el entorno en el cual dicha espiritualidad pueda expresarse. Esta no puede expresarse actualmente, dado el entorno de división, de separación y de competencia basada en las fuerzas del mercado.

ML: Si yo soy un agricultor en Estados Unidos, por ejemplo, y cultivo alimentos con mucho y duro trabajo, ¿acaso no debo recoger los beneficios de mi labor? Compartir parece muy bien, pero llegado el momento, ¿realmente vamos a realizarlo?
BC: Según Maitreya lo haremos. El sabe que la humanidad está preparada para compartir y que aceptará el principio de compartir. Es la razón por la cual le es posible estar entre nosotros.
Desde luego el agricultor en Estados Unidos debe recoger los beneficios de su trabajo. Pero también un pobre agricultor en Zaire o Zambia debe recoger los frutos de su dura labor. Indiscutiblemente eso no sucede en la actualidad. En el mundo desarrollado producimos tanto que dominamos los mercados mundiales. Fijamos los precios de nuestros productos y, a causa de nuestros recursos, también los precios de lo que produce el Tercer Mundo. Exigimos de los países del Tercer Mundo las materias primas y productos a un precio que les permite vivir a un nivel muy bajo, con 1.000 millones viviendo bajo el nivel de pobreza y 38 millones padeciendo hambre. Sin embargo exigimos por nuestros recursos y productos el valor máximo que nos es posible obtener en el mercado mundial, y así poder mantener un nivel de vida que es muy artificial.
La gente de Estados Unidos, Europa y Japón viven a costa del Tercer Mundo. Esa es la realidad. Simplemente nuestra complacencia hace que no lo veamos. Maitreya se refiere a la complacencia como la fuente de todos los males.

ML: No obstante mucha gente aquí en Estados Unidos diría que no somos complacientes. Cuando hay una crisis en Africa u otra parte, allí vamos para llevar alimentos y ayuda.
BC: Desde luego, pero sobre todo esas son reacciones en forma individual. En cada país hay gente cuyos corazones responden a la necesidad humana. Pero son acciones discontinuas. La humanidad completa no resuelve dichos problemas de manera global a través de sus organismos, los gobiernos del mundo. Probablemente pondríamos en el poder a un gobierno cuya primera prioridad fuera salvar a los hambrientos, si ello significara una reducción del nivel de vida de nuestra propia nación. Nadie puede ganar votos de esa manera, o por lo menos eso creen los políticos. Está llegando el tiempo en que no ganarán ningún voto si no colocan este problema al frente de sus prioridades.
Lo que vamos a presenciar es la creación, por influencia de Maitreya, de una opinión pública mundial, enfocada, impulsasda, concentrada en la idea del compartir como derecho divino. Maitreya dice «Cuando compartís, reconocéis a Dios en vuestro hermano». El dice que los problemas de la humanidad son reales, pero tienen solución. La solución está a nuestro alcance. El dice: «Tomad la necesidad de vuestro hermano como la medida de vuestra acción y solucionad los problemas del mundo. No hay otro camino.» El va a impulsar y potenciar a la opinión pública mundial a la que, una vez organizada, ningún gobierno podrá resistir. Será esa opinión pública mundial, la que obligará a todos los gobiernos del mundo a aceptar el principio del compartir, porque llegará a ser evidente que no hay alternativa: Se trata de compartir o morir, tan simple como eso.

ML: El poder pertenecerá esencialmente al pueblo, y no a algún instructor como Maitreya.
BC: Exactamente. Maitreya no ha regresado para ejercer el poder. Sólo viene con poderes para inspirar y guiar, y no con poder autocrático. El dice que de aquí en adelante los gobiernos en todas partes serán del pueblo y para el pueblo. Ya lo estamos presenciando. Basta ver lo que sucedió en la antigua Unión Soviética. Por el momento hay caos, pero ¿quién hizo caer el muro de Berlín? ¿Quién abrió la Unión Sovietica al glasnost? El señor Gorbachev fue el principal responsable del glasnost en la Unión Soviética y del término de la Guerra Fría; de todos los dirigentes mundiales ha sido él, quien mejor ha respondido a la impresión mental del Señor Maitreya.
Somos testigos de la galvanización de la humanidad, de los pueblos del mundo, para tomar ellos mismos la responsabilidad de sus propias vidas. Los últimos años eso es lo que ha sucedido por el mundo entero. Las dictaduras del mundo se terminan. Por eso se terminó la Unión Soviética — no por el colapso del comunismo, sino por el colapso del totalitarismo político, que es algo diferente.
También estamos presenciando el colapso del totalitarismo económico. El sistema económico, basado principalmente en las fuerzas del mercado, se aproxima a su fin. Todavía queda un tercer totalitarismo que debe terminar — el totalitarismo religioso. El totalitarismo religioso está pasando por un apogeo de poder. Eso se ve en el surgimiento de grupos fundamentalistas en todas las religiones, incluso en el budismo e hinduísmo, que eran las más tolerantes. En el islam existe actualmente su expresión más potente, pero también en el cristianismo. Será el último totalitarismo en desaparecer, pero finalmente el totalitarismo también desaparecerá de las iglesias. La humanidad conocerá entonces por primera vez la verdadera libertad: libertad política, libertad y justicia económica, y libertad de pensamiento y creencia..