Ésta es una versión abreviada de la revista Share Internacional.
A través de estos archivos electrónicos, la revista Share Internacional pone a disposición una recopilación de sus contenidos.La revista se publica mensualmente, exceptuando los ejemplares bimensuales de Enero/Febrero y Julio/Agosto de cada año.Copyright © Share International. Todos los derechos reservados.Los puntos de vista expresados por autores que no sean corresponsales de Share International no necesariamente reflejan aquellos mantenidos por los editores de esta revista.Asimismo, entrevistados, y autores que no sean nuestros propios corresponsales, no necesariamente respaldan la información y enfoque que forman la base y contexto de esta publicación.La reproducción de contenido de Share Internacional de forma impresa o electrónica, incluyendo sitios web en Internet, requiere el permiso escrito que no será denegado sin buenas razones. Por favor acreditar a Share Internacional como fuente: © Share International. Por favor enviar recortes a: Apartado de Correos 149, 08171 Sant Cugat del Vallés (Barcelona), España.
La siguiente es la selección de artículos de este mes. Clicar aquí para la tabla de contenido completa de la revista impresa.
El artículo del Maestro para la Revista Share Internacional – Abril 2020
Desde el comienzo de la revista Share International, el Maestro de Benjamin Creme ha proporcionado artículos para que fuesen publicados no sólo en el momento que fueron escritos, sino también cuando fuese apropiado según las circunstancias mundiales. Los artículos escritos por un Maestro de Sabiduría siempre son relevantes y atemporales. Este artículo, escrito en 1983, ha sido escogido para resaltar la interdependencia de toda vida en nuestro planeta y el papel particular que la humanidad, colectivamente y como individuos, puede desempeñar y desempeñará en la creación de un futuro justo con la ayuda de Maitreya y los Maestros.
.
El futuro llama
Por el Maestro —, a través de Benjamin Creme
De vez en cuando, he hablado de la necesidad de inculcar el espíritu de compartir por medio del cual los recursos del mundo puedan ser distribuidos de manera más equitativa. Esto conduciría a una reducción de la tensión y del incalculable sufrimiento humano. También daría lugar a una revitalización de la vida y de las economías de las naciones ya desarrolladas. La sangre vital del planeta debe circular. Las economías estancadas de las naciones más ricas sólo pueden ser impulsadas a la acción mediante el reconocimiento de que las naciones más pobres, también, tienen derecho a vivir y disfrutar de un nivel de vida razonable. Sólo el compartir puede hacer que esto sea así.
A diario, aumenta la evidencia que muestra a los hombres que el mundo es Uno, que la humanidad es un organismo cuyo bienestar depende de la salud de cada parte, y que el ignorar las señales de peligro y enfermedad ya no es posible ni sabio. Muchos ya ven esto y reclaman justicia, pero sólo el grito de una humanidad despierta será suficiente para desplazar a los Poderes de sus posiciones de codicia.
Pronto, el mundo sabrá a ciencia cierta que los hombres deben compartir o perecer. Maitreya no perderá tiempo en hacer que todos comprendan la importancia de esta verdad. Él mostrará a los hombres que el mundo pertenece a todos; ricos y pobres, poderosos y desposeídos, blancos y de color. Él dejará claro la necesidad de una acción concertada para resolver los problemas que confrontan al hombre hoy en día, y señalará el camino para su solución. Haciendo un llamamiento a todos los hombres para que acepten la necesidad de cambio, Él acelerará la aspiración y enfocará la voluntad de los hombres en todas partes para ver cumplida la justicia. Así Él unirá a todos aquellos que buscan el establecimiento de formas mejores mediante las cuales la divinidad del hombre pueda ser expresada; y de esa multitud surgirá un grito diferente a cualquier otro jamás escuchado sobre esta Tierra, un grito por la justicia y la verdad, la libertad y la paz.
Entonces responderán los dirigentes y, con creciente ímpetu, este mundo será transformado. Así será; así Maitreya pondrá los cimientos de la nueva civilización basada en el compartir y el amor.
¿No podéis sentir el nuevo ritmo que está entrando en vuestras vidas? ¿Quién puede ignorar el nuevo impulso que estimula a los hombres a la acción? Todo será hecho de nuevo, y pronto la oscuridad dará paso a la luz reveladora.
Todos aquellos que puedan responder a las necesidades de la época encontrarán un lugar. Esto lo garantiza la Ley del Servicio. Nadie que anhele servir tiene porque temer la falta de trabajo o propósito ni la orientación voluntaria de manos experimentadas. Nosotros os ayudaremos a reponer la salud de este mundo y trabajaremos como hermanos a vuestro lado, quitando los escombros del pasado.
Pronto el mundo verá que están teniendo lugar grandes cambios y sabrán que la nueva era ha comenzado. Lo viejo está desapareciendo y el futuro llama a la humanidad. Nadie tiene porque temer a ese futuro ya que contiene para el hombre la promesa de su herencia divina, y el establecimiento en todas partes de la Voluntad de Dios.
Servid, y realizad ese futuro para vosotros mismos y vuestros hermanos. Servid, y comprended que estáis trabajando al unísono con la Voluntad de Dios. Servid gustosamente y sabiamente, y entrad en la libertad y la alegría.
[Este artículo de la revista Share International, es de un veterano miembro de la Jerarquía de Maestros de Sabiduría. Su nombre, bien conocido en círculos esotéricos, aún no ha sido revelado. Benjamin Creme, un importante portavoz sobre el emerger de Maitreya, estaba en contacto telepático constante con este Maestro, que le dictaba su artículo.]
Este mes en Share International
Ahora sabemos que el mundo nunca volverá a ser el mismo. Los lectores de Share International siempre han sabido que vivimos en tiempos extraordinarios, como ahora queda más claro que nunca.
Según los medios informan diariamente sobre la crisis global, es obvio por qué este artículo del Maestro de Benjamin Creme, ‘El futuro llama’, fue escogido para la edición de abril. “A diario, aumenta la evidencia que muestra a los hombres que el mundo es Uno, que la humanidad es un organismo cuyo bienestar depende de la salud de cada parte, y que el ignorar las señales de peligro y enfermedad ya no es posible ni sabio. Muchos ya ven esto y reclaman justicia, pero sólo el grito de una humanidad despierta será suficiente para desplazar a los Poderes de sus posiciones de codicia… Maitreya no perderá tiempo en hacer que todos comprendan la importancia de esta verdad.”
Estos pensamientos encuentran eco en los anuncios y consejos de los rabinos ultraortodoxos que afirman que el Mesías está aquí y está a punto de revelarse a sí mismo (véase ‘Importante rabino afirma que el Mesías está aquí’). Instan a las personas a rezar, a mantener sus observancias religiosas, estar preparado y estar atento a las señales de Su presencia. Su consejo es un llamamiento a todos para evaluar prioridades, valores y saber en dónde estamos.
La revista de este mes, en efecto, realiza declaraciones similares en la sección ‘Señales del momento’, mientras que artículos como ‘El suplicio climático: alinear la brújula moral de la humanidad’ y una entrevista centrada en el reciclaje presenta desafíos y soluciones. Comprender, también, que solo se necesita un 3,5 por ciento de la población involucrada en protestas pacíficas para lograr un cambio radical es empoderador y hace realidad la posibilidad de crear un cambio fundamental ahora fuera de las circunstancias nefastas de la comunidad mundial.
La respuesta del mundo al nuevo coronavirus podría ser el nuevo comienzo que la mayoría, o muchas personas, anhelan. Aunque se nos insta a ‘auto-aislarnos’ y, en general, a evitar el contacto con los demás, esta vez puede ser el desencadenante para adoptar una experiencia compartida de unidad. Podría empujarnos a aceptar la simplicidad y la suficiencia, el compartir y la justicia social universal.
¿No podéis sentir el nuevo ritmo que está entrando en vuestras vidas? ¿Quién puede ignorar el nuevo impulso que estimula a los hombres a la acción? Todo será hecho de nuevo, y pronto la oscuridad dará paso a la luz reveladora… Nadie que anhele servir tiene porque temer la falta de trabajo o propósito ni la orientación voluntaria de manos experimentadas. Nosotros os ayudaremos a reponer la salud de este mundo y trabajaremos como hermanos a vuestro lado, quitando los escombros del pasado”. (‘El futuro llama’)
Y Maitreya dice en el Mensaje Nº 13: “Haced que vuestra labor sea tomar sobre vosotros mismos la labor de reorientación, reconstrucción y cambio. Cada hombre es un faro y esparce su luz para su hermano. Haced brillar vuestra lámpara y dejadla que alumbre y muestre el camino. Todos son necesarios, cada uno. Nadie es demasiado pequeño o demasiado joven para formar parte de este Gran Plan para salvar y rehabilitar nuestro mundo..”
Preguntas y respuestas – una selección
En cada conferencia que impartió en todo el mundo se le formularon a Benjamin Creme innumerables preguntas que cubrían un amplio espectro de temas. Aprovechamos esta gran fuente documentada y publicamos respuestas proporcionadas por BC y su Maestro a lo largo de los años, ninguna de las cuales se publicó aún en Share International.
P. ¿Cómo pueden todas las enseñanzas conducir al Mesías de la nueva era cuando Jesús dijo que la fe en Él como Dios es la única para la salvación? (Conferencia de Benjamin Creme, 18 de noviembre de 1997, Atlanta, EEUU)
A. No estoy seguro de que Jesús realmente dijera eso. Él dijo en Juan 14-6: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”
Maitreya es una encarnación del principio de Cristo. Adumbrando al discípulo Jesús, ahora el Maestro Jesús, ese principio Crístico se manifestó a través de Jesús. Entonces, cuando Jesús dijo eso, es Maitreya quien lo dice a través de Jesús.
Lo que llamamos el principio Crístico es una energía de amor, una energía de conciencia per se, que se despierta en el chakra [del corazón], el centro en el lado derecho del pecho. La Biblia cristiana dice: “El sabio tiene el corazón a la derecha, el necio tiene el corazón a la izquierda.”
En el lado derecho del pecho, tienes el centro espiritual del corazón, el asiento del alma en el cuerpo humano. No está en el físico denso; está en el físico etérico, que es físico sutil. El físico denso es una precipitación hacia abajo desde el etérico. El cuerpo etérico se coloca en el útero antes de convertirse en una manifestación física densa.
Cuando lo que llamamos el principio Crístico se despierta como una pequeña semilla de conciencia, una pequeña llama en el lado derecho del pecho en ese chakra, te conviertes en una persona sabia. Te conviertes en el que sabe que el principio Crístico mora dentro y luego respondes al principio Crístico cada vez que lo encuentras. Cuando se despierta esa energía, puedes responder en mayor grado, con un mayor propósito, a esa energía.
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”. Excepto a través de la manifestación del principio Crístico en el corazón en el lado derecho del pecho. Cuando el principio Crístico se despierta allí, se reorienta a la vida espiritual en cualquier departamento de esa vida que se atiende.
¿Esto significa que te vuelves religioso? El camino religioso es solo un camino entre muchos caminos hacia Dios. Todos conducen al final a lo mismo: a un solo Dios. Solo hay una divinidad: un Dios. Tú lo eres, nosotros lo somos y, de hecho, no hay nada más que Dios. Eso es todo lo que hay.
Creemos que este cuerpo físico es algo real. No lo es. Es relativamente real. Es un vehículo para esa divinidad, pero todos compartimos esa divinidad. Solo hay una divinidad. Por eso Maitreya dice: “No trates de adorarme. Si me adoras, estás tratando de rebajarte. No quiero esto. Quiero que seas igual. Eres una chispa del Ser Supremo. No pienses que estás debajo de mí.”
Solo hay un nivel. Eso es lo que es la divinidad y la única diferencia entre nosotros y los Maestros es que Ellos pueden demostrar esa divinidad.
Pasamos por el proceso de evolución por el cual esa divinidad se vuelve más y más capaz de expresarse a través del cuerpo del plano físico. Entonces, cada vida en evolución, puedes reincidir, pero avanzas todo el tiempo. Cada encarnación te permite la capacidad de demostrar más y más de esa divinidad hasta que hayas logrado lo que Maitreya denominaría realización del Ser.
Él ha dicho: “No he venido a fundar una nueva religión”, sino para ayudarte a seguir evolucionando en el marco de cualquier tradición que sea. Si eres cristiano, sé el mejor cristiano, y si eres hindú, sé el mejor hindú, y así sucesivamente. “He venido a enseñar a la humanidad el arte de la realización del Ser”. Para eso estamos aquí, para lograr la realización de uno mismo o de Dios. Él dice: “Solo el Ser importa”.
“Nadie va al Padre sino por mí”. Nadie puede darse cuenta de su propia divinidad, lograr la realización del Ser o de Dios, eso es lo que es venir al Padre, excepto a través del principio Crístico que se despierta en el corazón humano. Eso es lo que Jesús quiso decir.
Se muestra en las primeras pinturas del Renacimiento como una paloma que desciende en una especie de luz dorada que desciende sobre la cabeza de Jesús en el Bautismo. Ese es el principio Crístico. Esa es la conciencia de Maitreya, pero a partir de entonces, funcionó a través de Jesús. Cuando eso se despierta en nosotros en cualquier medida, puede ser potenciado por Maitreya o por un Maestro personal.
Es a través de tu servicio, a través de tu meditación, pero sobre todo, a través de tu servicio a la humanidad, que se produce el despertar, la potenciación del principio Crístico, y eso conduce a la conciencia de quién eres. “Nadie va al Padre sino por mí “, nadie puede darse cuenta de su divinidad excepto con el despertar, en primer lugar, del principio Crístico en el corazón humano.
Si ese no fuera el caso, entonces solo los cristianos llegarían alguna vez a Dios. Esa sería una interpretación increíble de la realidad: sin hindúes, sin budistas, sin agnósticos, sin racionalistas, sin humanistas, sin judíos, sin musulmanes, lo que sea. ¡Qué arrogancia! Es una malinterpretación total de Jesús.
Cuando Jesús dijo: “Nadie va al Padre sino por mí”, no quiso decir que si crees en mí, crees que soy el único Hijo de Dios. Cuando veas al Maestro Jesús, puedes preguntarle: “¿Eres el único Hijo de Dios?” Él dirá: “No, no seas tonto. ¿Eres el único Hijo de Dios de Palestina entonces? ¿Cómo podría ser el único? Todos son hijos de Dios. Todos, todos los hombres y mujeres del mundo, son un Hijo de Dios. En todo el cosmos, ¿hay alguien que sea el único Hijo de Dios?”
Cartas al Editor – una selección
Share International posee una extensa reserva de cartas que fueron confirmadas por el Maestro de Benjamin Creme como encuentros genuinos con Maestros, o un ‘portavoz’, pero que aún no habían sido publicadas en ‘Cartas al Editor’.
Otras cartas presentadas en esta sección son nuevas. Aunque no podemos confirmar o indicar si un Maestro está involucrado, la experiencia podría ser tal que ‘habla por sí sola’ en proporcionar esperanza, inspiración y consuelo. Presentamos estas cartas para vuestra consideración.
Aún aquí
Estimado editor,
Este evento tuvo lugar el 27 de febrero de 2020 bien temprano por la mañana, en la habitación de mi casa donde se realiza la Meditación de Transmisión todos los sábados por la noche. Me gusta meditar sola todas las mañanas antes de que aparezca la luz del día, porque es un momento muy tranquilo para meditar, con la sinfonía de los pájaros que saludan el día que comienza, esperando el sol naciente.
Por lo general, medito en la mañana en el mismo lugar donde me siento para meditar en grupo, porque puedo ver la luz del día, y el sol saliendo entre las ramas de los grandes árboles afuera frente a mí, y siento una gran paz. La gente todavía está durmiendo y no hay ruido.
Ese jueves estaba meditando más profundamente de lo habitual porque me sentía un poco desanimada. Sentí que tenía que buscar recursos dentro de mí. Empecé a oler el aroma de las violetas. Pero oler perfumes etéricos es normal para mí, así que no presté demasiada atención y seguí con mi meditación.
De repente, cuando aparecieron los primeros rayos del sol, vi, dentro de la habitación, a unos tres metros de mí, la cara transfigurada del señor Benjamin Creme, sonriendo con bondad, en una impresionante gloria de luz dorada. Quiero dejar bastante claro aquí que no fue una “visión” sino una “aparición santa” tridimensional en el plano físico. Su rostro estaba lleno de bondad, emanaba lo que yo percibía como benevolencia. Al mismo tiempo, escuché en silencio: “No he desaparecido, estoy aquí” y simultáneamente me llené de una energía similar a la energía que sentíamos al meditar en la Conferencia Europea de Meditación de Transmisión (en los Países Bajos) durante la vida del Sr. Creme, cuando estábamos todos concentrados Mientras tanto, el perfume de violetas había impregnado la habitación. No podía moverme, ya que estaba experimentando estas energías suaves, fuertes y agradables. Había lágrimas en mis ojos, aunque no estaba llorando. No puedo decir cuánto duró este suceso. El Sr. Creme desapareció, dejándome profundamente impresionada, con muchas preguntas.
A la mañana siguiente, percibí el mismo perfume de violetas de nuevo, tal vez porque estaba estresada, teniendo que enfrentarme a un procedimiento médico desagradable esa mañana. Y ahora, durante estas meditaciones, recibo respuestas claras a las preguntas que me he estado haciendo toda mi vida. Me siento muy humilde y muy agradecida con Benjamin Creme por haberme agraciado con esta aparición santa. Estoy tan sorprendida porque no me pareció que lo mereciera.
Nombre proporcionado, Francia.
¡Joie de vivre!
Estimado editor,
En septiembre de 2004, de camino a la Conferencia Europea de Meditación de Transmisión en Kerkrade, Países Bajos, estaba esperando en la estación de tren principal de Dusseldorf en una mañana gris y lluviosa, cuando de repente dos jóvenes africanas subieron, saludando al gris ambiente con su apariencia. Ambas eran muy hermosas con una influencia asiática [en su apariencia] y parecían hermanas. La mayor era una dama tranquila y discreta con un largo abrigo oscuro y elegantes botas. La más joven era realmente impresionante: una persona de unos 18 años, llena de alegría y energía. Llevaba una minifalda corta y una chaqueta vaquera ajustada, un atuendo que necesitaba mucha autoestima ya que no era para nada delgada y tenía un cuerpo bastante compacto. Pero ella estaba en total armonía consigo misma. Bailó de un lado a otro riéndose como una niña y lanzando miradas, saltando y brincando frente a su hermana (quien sonrió). Sin embargo, su comportamiento no era nada agresivo. Era alegre y divertido y me di cuenta de que las otras personas que antes parecían más o menos apáticas comenzaron a sonreír.
H. D., Alemania.
(El Maestro de Benjamin Creme confirmó que la ‘hermana mayor’ era Maitreya, y la ‘hermana menor’ era el Maestro Jesús.)
Señales del momento – una selección
Las “Señales del momento” presentadas en esta sección han sido confirmadas en el pasado por el Maestro de Benjamin Creme, se asemejan a ‘señales’ similares también confirmadas o hablan por sí mismas. Muchos fenómenos han sido presenciados por personas que les consideran como una confirmación de sus esperanzas y fe. Las presentamos aquí sólo para vuestra consideración.
Estimado Editor,
Estaba caminando después del trabajo y pensando en el mundo, la Reaparición, sintiéndome esperanzada, positiva, a pesar de los problemas obvios, y que la humanidad parece preparada para Maitreya. Pasé junto a esta escritura de tiza rosa/rosada en la acera, me di cuenta de que era importante, y volví y vi este mensaje: “Tan cerca ahora” (ver foto). Me sentí tan animada mientras continuaba mi caminata, y la sensación permaneció conmigo durante mucho tiempo después.
O. C., Palm Springs, EEUU.
EEUU – El 8 de enero de 2020, un testigo en Hurst, Texas, observó más de dos docenas de objetos aéreos brillantes volando a baja altitud y ocasionalmente formando patrones geométricos. “Me quedé estupefacto”, informó el testigo. (Fuente: mufon.com)
De nuestros corresponsales – una selección de extractos
El suplicio climático: alinear la brújula moral de la humanidad
Por Wanja Ameling
Durante casi tres décadas, los gobiernos mundiales se han reunido cada año para forjar una respuesta global a la emergencia climática. En virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992, todos los países del mundo están obligados por los tratados a “evitar el cambio climático peligroso” y encontrar formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial de manera equitativa. Pero, hasta el día de hoy, las emisiones globales continúan aumentando y los impactos del cambio climático están golpeando más fuerte y antes que nunca. Las advertencias científicas se dramatizan por la fusión glacial sin precedentes en Groenlandia y los incendios forestales en Australia. De hecho, las naciones de la tierra han logrado muy poco hasta ahora para evitar una catástrofe inminente y completamente previsible. ¿Qué impide que nuestros funcionarios electos y la humanidad en su conjunto alteren su camino de aparente autodestrucción? Si las soluciones son más baratas, la opinión pública está movilizada y los impactos son mucho más claros, ¿por qué la acción política no va detrás?
La ciencia nos dice una y otra vez que sin un gran aumento en nuestras acciones, será prácticamente imposible mantener el cambio climático dentro de límites seguros. Sin embargo, la 25ª iteración de la Conferencia de las Partes (COP25), que tuvo lugar en Madrid a finales de 2019, presenció a delegados de casi 200 países luchando por llegar a un acuerdo sobre temas clave en el marco que sustenta el Acuerdo Climático de París. Todos los asuntos relevantes y apremiantes, como la elaboración de normas en un mercado de carbono entre países, se aplazaron hasta la próxima cumbre climática en noviembre de 2020, lo que marca otra oportunidad perdida para aumentar las ambiciones sobre la acción climática. El asombroso fracaso del liderazgo internacional es aún más importante a la luz de una gran cantidad de nuevos estudios que muestran la urgencia de actuar con rapidez.
Podríamos enumerar una miríada de razones por las cuales nuestros líderes parecen fallarnos al cumplir un doble objetivo de una vía de desarrollo baja en carbono y resiliente al clima: desde la inercia burocrática hasta la resistencia ideológica; desde naciones como Estados Unidos o Brasil, que amenazaron con retirarse del Acuerdo de París, socavando las negociaciones climáticas internacionales efectivas, hasta poderosas corporaciones multinacionales, que utilizan todo su poder acumulado para continuar sus negocios como siempre mientras destruyen tierras y contaminan el aire. Lo que todos tienen en común es una narrativa básica sobre el cambio climático, que en sí misma es parte del problema: hace que el cambio climático parezca insoluble y lo reduce a combustibles fósiles y emisiones, en lugar de poner más énfasis en el planeta como un ser vivo.
Enfoque cambiante
La globalización y sus detractores han estado causando estragos en los órganos y tejidos de este ser, incluidos los ecosistemas, la biodiversidad, los humedales y los arrecifes de coral. Al degradar la biosfera, el planeta se vuelve mucho menos capaz de afrontar desafíos como el aumento del nivel del mar. Incluso si pudiéramos reducir las emisiones de carbono de la noche a la mañana e ingeniárnoslas para salir de la crisis climática a través de tecnologías innovadoras y leyes y regulaciones superpuestas, el planeta aún perecería por una muerte de mil cortes. Mientras la narrativa dominante no cambie hacia un enfoque más holístico de regeneración, conservación y curación del planeta en todas sus facetas, evitamos el problema central y retrasamos nuestro deber moral de cuidar la tierra.
Esto pone el foco en la urgencia ambiental a nivel local, y lo hace mucho más tangible al ver el daño que se está haciendo a nuestros ríos, suelos y bosques frente a nuestros ojos. El fenómeno del cambio climático también se vuelve mucho más concreto cuando podemos actuar sobre él aquí y ahora. Sin embargo, requiere un cambio fundamental en nuestra relación con el mundo material y un reconocimiento creciente de nuestro papel individual en él, ya que ahí radica el verdadero problema: ¡nuestra crisis espiritual! Las crisis como el inminente colapso climático no son más que síntomas y expresión de esta causa principal. Nuestro fracaso colectivo se encuentra en la percepción materialista y egoísta profundamente arraigada de las personas de la vida, el modo de vida que la acompaña, así como en la complacencia que se niega a actuar de manera diferente y a abstenerse del lujo al que nos hemos acostumbrado, principalmente en las naciones desarrolladas, que impulsan la crisis climática en primer lugar. Hacer chivo expiatorio a los demás solo conduce a un callejón sin salida y desvía la atención de las soluciones reales.
De esta manera, la crisis climática casi nos obliga a comprender nuestra interdependencia, porque las pérdidas que estamos viendo nos están conectando con toda la vida en la tierra. Mientras no demostremos y practiquemos diariamente un sentido de compañía local y global y expresemos principios en el sentido de compartir y confiar, inevitablemente nos enfrentaremos a amenazas existenciales. Como dijo Einstein: “No podemos resolver los problemas que afrontamos hoy con el mismo nivel de pensamiento que los creó”. Si no se lleva a cabo con un conjunto diferente de valores y motivaciones, reducir la cantidad de emisiones globales de carbono solo transfiere nuestro problema real a otro campo de juego. La cuestión subyacente de preocupación es, por lo tanto, de conciencia y motivo correcto. La brújula moral de la humanidad necesita estar alineada con su interconexión inherente con todos los seres vivos…..
La voz del pueblo es el criterio definitivo
La política no cambiará a menos que la conciencia de las personas en todas partes experimente un cambio hacia un sentido de unidad más genuino y compartido con toda la humanidad, nuestros hermanos y hermanas, ya que los políticos se demoran cuando temen que los riesgos de la acción superen los riesgos de la inacción. La voz del pueblo es el criterio definitivo para medir mejor los cambios. La verdad inherentemente percibida de que todos merecen una vida digna ya está impulsando a millones a exigir cambios, ya sea que estén relacionados con la crisis climática u otros males de la sociedad moderna. El impulso está ganando velocidad por parte de quienes sienten una profunda necesidad de transformar un sistema profundamente injusto, ya que su búsqueda innata de una vida más plena ya no resuena con las estructuras gastadas de hoy.
Una masa crítica de esas personas puede inspirar y galvanizar a hombres y mujeres en todas partes hasta que se alcance un punto de inflexión social en el que las personas se unan a un movimiento global, capaz de superar los puntos muertos actuales en todos los campos. Entonces, a las personas les resultará más fácil hacer lo mismo y defender lo que saben interiormente que es verdad y en línea con su naturaleza espiritual, afirmando que el compartir y la justicia son la forma natural y única de generar confianza y un mundo más seguro para todos……
Muerte de lo ‘Habitual’
Por Graham Peebles
La humanidad se enfrenta a una serie de crisis autocreadas e interrelacionadas, desde la catástrofe ambiental hasta la pobreza, la desigualdad, la ausencia de paz y un nivel sin precedentes de personas desplazadas, entre otros temas apremiantes. Todo ha sido provocado por el comportamiento negativo de la humanidad, por los modos de vida ubicuos, los valores y las ideologías corrosivos que dominan todos los aspectos de la vida contemporánea.
La última crisis es la pandemia de Coronavirus (Covid-19) y el posible colapso resultante de la economía mundial. Es una crisis colectiva como nunca antes habíamos presenciado. Poblaciones enteras se ven obligadas a cambiar de comportamiento, dejar de viajar, retraerse, dejar de comprar, quedarse en casa y apoyar a otros en la comunidad. Está obligando a las personas a cambiar su enfoque y reducir la velocidad, para simplificar y reexaminar sus vidas. Preocupante e inquietante en el término inmediato, pero potencialmente liberador, proporcionando el espacio en el que estar tranquilo, reflexionar y mirar hacia adentro, y es bueno para el medio ambiente natural.
Con la crisis viene la oportunidad, la posibilidad de crecimiento y realineamiento con propósito. Para que se produzca un cambio: cambio que inculca armonía, permitiendo que se exprese lo que hasta ahora se ha inhibido.
Hay un orden natural en la vida y ciertas leyes fundamentales que sustentan toda manifestación. Cuando se inhibe este ritmo, individual o colectivamente, se produce la estasis que conduce a la enfermedad y se produce una crisis de algún tipo. Cuanto mayor es la resistencia, más inevitable e intensa se vuelve la crisis.
Los modos de vida actuales no son armoniosos, los sistemas socio-económicos y políticos son totalmente injustos, favoreciendo a unos pocos a expensas de la mayoría. Impulsados por valores divisivos materialistas y la ideología reductiva de la codicia, son la base de la mayoría de nuestros problemas, si no de todos. Los ecosistemas han sido alterados por la actividad humana egocéntrica, los patrones climáticos completamente alterados por los venenos vertidos diariamente en la atmósfera, lo que lleva a la falta de armonía en el clima. Un gran número de personas reconoce estos hechos y la necesidad de una nueva forma de vida, pero la resistencia entre los gobiernos y el poder corporativo es feroz. El apego al status quo es profundo. El miedo a la pérdida de poder y privilegio es intenso. Y así, los cambios requeridos se bloquean constantemente. El orden natural, que siempre se mueve hacia la armonía porque es su cualidad inherente, se bloquea constantemente, lo que crea más inflamación.
El coronavirus está más allá del control de los gobiernos, instituciones y organismos corporativos de poder. Está causando un caos generalizado y esto se intensificará y ampliará su alcance, afectando no solo la salud pública sino el orden social y devastará la economía enfocada en los consumidores. A medida que los mercados bursátiles caen, las empresas quiebran, las cadenas de suministro mundiales se fracturan y las naciones se ven obligadas a cambiar, los gobiernos hablarán (previsiblemente) sobre la ‘fortaleza fundamental de la economía’ y la capacidad de los mercados para ‘recuperarse’ rápidamente después de que la crisis pase, volviendo a los negocios como siempre. Sin embargo, lo ‘habitual’ es el problema: lo ‘habitual’ ha envenenado el planeta, ha creado enormes niveles de desigualdad, ha enfrentado a uno contra el otro, nación contra nación, ha sostenido la explotación generalizada de los vulnerables y ha alentado un sistema de valores pernicioso que alimenta todo tipo de males sociales. Es del pasado y ahora debe llegar a su fin.
…..
A medida que el mundo se enfrenta a la crisis de Covid-19, se necesita una respuesta coordinada a las demandas de salud y los impactos económicos; El servicio comunitario y los simples actos de bondad son esenciales, como lo es el compartir. Esta es una crisis global y se requiere una respuesta unida, ya basta de competencia y nacionalismo tribal: de Estados Unidos primero, China primero, India primero, etc., la humanidad y el planeta primero. Unidad, cooperación, tolerancia y comprensión, estos, junto con el compartir, son los sellos distintivos del momento y deben guiar nuestros pensamientos y acciones, ahora más que nunca.
La pandemia se superará y, si aprovechamos la oportunidad que ofrece esta crisis, existe una posibilidad real de que luego la vida pueda cambiar fundamentalmente para siempre y para bien. Una oportunidad para reimaginar cómo vivir, para introducir nuevas formas de vida que fomenten el bien, que cultiven la unidad, la paz y la felicidad natural y permitan el espacio en el cual ser.
A continuación reproducimos el contenido completo de la revista impresa de Abril de 2020
El futuro llama
Por el Maestro —
Mensaje de Maitreya Nº 13
Este mes en Share International
Punto de vista
Editorial
El 3,5 por ciento de la población puede provocar un cambio político radical
Por Dominique Abdelnour
Alexandra David-Néel: Voluntad en acción (Primera Parte)
Por Alexandre Guibert
Señales del momento
El suplicio climático: alinear la brújula moral de la humanidad
Por Wanja Ameling
Resolviendo la crisis de agua dulce de Nueva Zelanda
Entrevista con el Dr. Mike Joy
Muerte de lo ‘Habitual’
Por Graham Peebles
Cartas al Editor
Preguntas y Respuestas
Por Benjamin Creme
Para ver todos los artículos y entrevistas completos y todas las fotos véase la revista impresa disponible en inglés.
Suscripciones:
Versión en inglés
¿Disfrutas leyendo Share International?
Tú también puedes suscribirte a la revista Share International y que se envíe a tu casa. La edición impresa en inglés contiene las versiones completas de todos los extractos publicados aquí, además de artículos adicionales, entrevistas, reseñas literarias, preguntas y respuestas, y otros contenidos. Puedes acceder a más información de cómo suscribirte aquí.